domingo, 5 de febrero de 2012

Qué ver en Roma: Catacumbas de San Sebastián

Imágen del interior de la Catacumba
La Catacumba de San Sebastián se ha considerado durante siglos como la misma que la de San Calixto, ambas muy cercanas se presentan bien diferentes ya que no se comunican. Esta está situada frente al circo de Massenzio en el Km. 3 de la Via Appia y comprende 12 kilómetros de galerías.


Antes de tomar el nombre del santo el área del cementerio, ya anteriormente de culto pagano, se convierte en un importante centro de culto a favor de los apóstoles SS. Pedro y Pablo - la denominada "Triclia" -, hasta inducir a creer que los mismos santos fueron sepultados en esta catacumba, pero de los estudios arqueológicos y documentales esto se puede descartar y todavía queda vigente la hipótesis de que por lo menos se habían demorado allí en vida o más verosímil una vez muertos.... al menos en el arco de la veneración denominada "Memoria Apostolorum", que duró por lo menos medio siglo, para posteriormente ser llevados a los respectivos sepulcros: S. Pedro a Vaticano y S. Paolo a Ostiense.


Trasladados los cuerpos de los santos, o más bien las reliquias, la "Memoria Apostolorum" cesó su propia función, fue enterrada y tres metros por encima de ella fue erigida la basílica de San Sebastián de la cual la prueba certera más antigua es del siglo VI y procede de la Homilía 37 (de los evangelios) del Papa Gregorio Magno que en un pasaje recita así: "in Basilica Sebastiani, die natali eius"


La Catacumba de San Sebastián se remonta al siglo III y se desarrolló mayormente en el siglo IV, se distribuye en 3 niveles, el segundo de los cuales está por debajo del plano de pie de calle de la iglesia, las galerías llegan hasta el callejón de las siete iglesias acariciando casi confinando con las de las catacumbas de San Calixto.

La Cripta de San Sebastián es el primer monumento que se visita entrando a la
catacumba, originariamente era una galería, pero posteriormente, en el tiempo de las veneraciones de los santos y por voluntad del Papa Dámaso fue ampliada para acoger a los peregrinos y embellecida con un altar.
En este complejo del cementerio fueron depositados junto a San Sebastián también San Quirico di Siscia y San Eutichio, así lo certifica la Notula Olearum: precioso catálogo redactado sobre papiro que acompañaba la recogida de los aceites que ardían en los candiles encendidos en los santuarios.


En el rico complejo que contiene: iglesia, santuario antiguo, mausoleos paganos y kilómetros de galerías, contrasta la expoliación que sufrió esta catacumba hasta hacerla poco interesante desde un punto de vista visual.


En el interior de la iglesia, se conserva una pieza de piedra con las huellas que según cuenta la tradición, son las de Jesucristo en el episodio de Quo Vadis con San Pedro.

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