miércoles, 11 de abril de 2012

Consejos: Moverse en el Transporte Público de Roma

En este post, quiero darles unos pequeños consejos que pueden resultar útiles a la hora de moverse por la bellísima capital italiana. A mi manera de ver, el transporrte público en Roma está bastante bien. Si bien es cierto que no hay muchas líneas de metro, dos concretamente, debido a los obstaculos existentes en los subsuelos de la ciudad por su enorme patrimonio histórico, Roma cuenta con otros medios, como trenes de cercanías, tranvías y una extensa red de autobuses urbanos.

También es cierto que, a pesar de estas dos solas líneas de metro, ambas tienen paradas en los puntos más turísticos e interesantes de la ciudad. De esta manera, El Vaticano, El Coliseo, la Plaza de España, el Circo Maximo, Plaza del Poppolo...etc cuentan con parada de metro, otros monumentos la tienen relativamente cerca.

Lo más interesante para moverse es conseguir una Roma Pass, de la cual ya hemos hablado en este blog, ya que con ella el transporte está incluido ilimitadamente durante los 3 días que dura la misma activada, su precio 35 euros. No obstante, podemos conseguir pases de transporte diarios, es decir, para usar durante 24 horas por un precio de cuatro euros, lo cual es muy barato comparado con otras ciudades europeas. El ticket sencillo, al menos la última vez que estuve el pasado año, estaba al precio de un Euro y con una duración de aproximadamente dos horas.

Pero donde quiero hacer hincapié exactamente, es en un tema que parece de una forma cuando se ve allí y que luego en realidad no es tan bonito como parece. Lo normal en Roma, es cuando llegas por primera vez, alucinar al ver a la gente subirse a los autobuses y no pagar, ni si quiera los conductores se preguntan en mirar si la gente paga, ni nada. Mi primera vez en la ciudad aluciné al ver a la gente subirse por ambas puertas del bus y sentarse directamente, yo tenía la Roma Pass y la pasaba por el lector de billetes. Todo me hacía pensar que los autobuses en Roma, eran gratis, lo cual no me parecía para nada rentable debido al elevado número de éstos.

Pero nada más lejos de la realidad. En mi última visita, antes de tomar un autobús que me llevara de vuelta a mi hotel situado en la Vía Salaria, con partida desde la estación de Tiburtina, decidi, por si las moscas (corazonada) comprar dos billetes sencillos, uno para mi y otro para mi acompañante. Y gracias a eso me libré de una sanción. En una parada perdida en medio de la vía Salaria donde jamás te lo esperarías, subieron cinco agentes de la ATAC (la empresa de transportes de la ciudad) y empezaron a pedir sus billetes a todo el mundo. Amablemente me solicitaron que se lo mostrara y así lo hice. Mi sorpresa fue ver como cada habitante romano portaba con ellos una especie de carné de la empresa de transportes, lo que viene siendo un abono, asi que mis imaginaciones sobre la gratuicidad de los buses romanos, se fueron al traste. Además, posteriormente hablé con turistas que me comentaron que los pillaron sin billete y la multa (que si llega a España por cierto) era de aproximadamente 50 euros, que ascienden a una cifra más elevada por los trámites burocráticos. Asi que, MUCHO OJO con este tema.

Por otro lado, advertir que a la hora de subir a los trenes en la ciudad, aunque tengamos nuestro billete comprado, hay que TICARLOS en unas máquinas amarillas que hay en las estaciones, porque de no ser asi, los revisores no solo no nos los darán por válidos (aunque los hallamos pagado, repito) si no que además, nos impondrán una buena multa.

Espero que estos consejos les ayuden a todos en su estancia en la bella Roma.

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